"Viviendo con Amor"

JESÚS respondió: “AMA al SEÑOR tu DIOS con todo tu CORAZÓN, con toda tu ALMA y con toda tu MENTE. Este es el PRIMERO y GRAN mandamiento. Y el segundo es semejante: AMA a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos dependen toda la Ley y los profetas.” Mateo 22:37-40.

Meditación:

En un mundo a menudo marcado por la división, la distracción y el egoísmo, la sabiduría eterna de las Escrituras ofrece una manera radical y transformadora de VIVIR: con el AMOR como eje central. Cuando le preguntaron a Jesús cuál era el mandamiento más importante, respondió con claridad y poder: “AMARÁS al SEÑOR tu DIOS con todo tu CORAZÓN, con toda tu ALMA y con toda tu MENTE. Este es el primero y el más grande mandamiento. Y el segundo es semejante: AMARÁS a tu prójimo como a ti mismo.” — Mateo 22:37-39 (NVI) Estos dos mandamientos no son solo ideales religiosos; son un modelo para una vida de PROPÓSITO, PAZ, ARMONÍA y conexión.

Pero, ¿cómo vivimos esto realmente en nuestra vida diaria?

Amar a Dios con todo tu corazón.

Amar a Dios plenamente significa orientar cada parte de nuestro ser —nuestras emociones, decisiones y deseos— hacia Él. No se trata solo de asistir a la iglesia o rezar; se trata de cultivar una relación.

Prácticas diarias:

1. Comienza el día con gratitud: Un simple "Gracias, Señor" cada mañana marca la pauta.

2. Dedica tiempo a la Biblia: Deja que la Palabra de Dios moldee tus pensamientos y valores.

3. Ora con honestidad: Habla con Dios como un amigo: comparte tus alegrías, miedos y preguntas.

4. Adoración a través de la acción: Sirve a los demás, busca la excelencia y vive con integridad como actos de devoción.

Amar al prójimo como a ti mismo

Este mandamiento es hermoso y desafiante a la vez. Nos llama a brindar a los demás el mismo cuidado, respeto y compasión que nos brindamos naturalmente a nosotros mismos. 

Prácticas diarias:

1. Practica la empatía y la compasión: Antes de reaccionar, pregúntate: "¿Qué podría estar pasando?".

2. Sé generoso con la amabilidad: Una sonrisa, un cumplido o una mano amiga pueden cambiarle el día a alguien.

3. Perdona rápidamente: Guardar rencor agobia el alma. ¡El PERDÓN libera y sana!

4. Habla con vida: Usa tus palabras para animar, no para derribar.

Por qué esto importa.

Vivir con AMOR no se trata solo de ser "amable", se trata de reflejar el corazón de DIOS. Cuando AMAMOS a DIOS profundamente, comenzamos a ver a los demás a través de Sus ojos. Y cuando AMAMOS bien a los demás, creamos ondas de GRACIA que transforman familias, comunidades e incluso culturas. Esta forma de VIDA es contracultural. No siempre es fácil. Pero siempre vale la pena.

Un reto sencillo Hoy, elige uno. Podría ser tan simple como detenerse a orar o acercarse a alguien que busca amar a Dios con más intención, o a alguien que sufre profundamente. Estos pequeños actos, realizados con constancia, forjan una VIDA que refleja el mandamiento más grande. Que el AMOR sea tu LEGADO.

Oración:

Padre nuestro que estás en el cielo, gracias por amarnos tanto que enviaste a JESÚS, quien pagó por la humanidad, nos salvó y nos dio una nueva vida abundante. Dios, te rogamos que continúes guiándonos para reflejar tu AMOR, EMPATÍA y COMPASIÓN con acciones y palabras, difundiendo el EVANGELIO por todo el planeta. En el nombre de JESÚS, oramos. ¡Amén!

José Reyes