Juan 8:36“Así que si el Hijo os hace Libres, seréis LIBRES DE VERDAD.
Meditación:
Este País fue fundado, “Una nación bajo Dios”, “el hogar de los valientes y la tierra de los libres…”Libertad, donde el derecho a vivir y la búsqueda de la felicidad son los principios más importantes de la Constitución de los Estados Unidos. Mucha gente ha luchado y muerto por ello… ¡y muchos lo dan por sentado…! Uno de los símbolos más importantes de este país, la Estatua de la Libertad en la ciudad de Nueva York es emblemática del espíritu estadounidense: cariñoso, acogedor y libre.
La inscripción en la estatua de la Libertad, escrita para dar la bienvenida a los nuevos inmigrantes a los Estados Unidos de América a principios del siglo XX, expresa la fundación de este país.“Denme sus cansancios, sus pobrezas, sus personas oprimidas que anhelan respirar libres”.
Estados Unidos realmente abrió sus puertas en ese momento dando la bienvenida a personas de cualquier país, de cualquier credo o religión, y en la mayoría de las circunstancias. Estados Unidos quería a los mansos y humildes, ofreciéndoles la oportunidad de una vida mejor, juntos, el “Sueño Americano”
Eche un vistazo a los versículos aquí y considere su propia vida:¿Te sientes cansado? ¿Exhausto? ¿Deprimido? ¿Ansioso? ¿Atemorizado? ¿Solitario? ¿No amado? ¿Exceso de trabajo? ¿Desesperación? ¿Esclavizado?
Gente, amigos, hermanos y hermanas, ¡hay esperanza!
La vida puede arrastrarnos hacia abajo más de lo que queremos recordar, y muy a menudo podemos tropezar con nuestros días cansados, desgastados y pesados. Dirigíos al Señor: Su palabra, Su verdad y Sus brazos, que siempre están abiertos para recibirnos. Si no sabe a dónde acudir, piense a dónde puede ir: la iglesia. Todos estamos allí los unos para los otros, dispuestos a adorar, descansar y relajarnos en el nombre de Jesucristo, nuestro Señor y Salvador. Puede que a veces nos sintamos abatidos, pero Dios está ahí para nosotros, esperando para llevar nuestra carga. Es nuestra decisión si lo pedimos o no.
Oración:
Dios Clemente y Misericordioso; Vengo a ti, cansada. Te necesito, mi Señor. Te amo. Cuando estoy cansada por favor dame descanso. Ayúdame a sanar mis huesos rotos y mi cuerpo cansado a través de tu palabra, encendiendo la luz dentro de mi corazón. Dame fuerza, cuando vacile y falle, porque deseo servir y trabajar solo bajo ti Señor, y deseo pronunciar solo tu nombre. Querido Dios, ¡gracias por enviar a Jesucristo, nuestro Señor y Bendito Salvador para liberarnos verdaderamente! En el nombre de Jesús oro, Amén!
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