“Escucha a tu Padre que te dio la vida, y no desprecies a tu Madre cuando envejezca” Proverbios 23:22
Meditación:
Un padre ama a un hijo incondicionalmente. Sin embargo, esto no significa que el padre no tenga expectativas para el niño. Por esta razón, puede haber una especie de sistema de intercambio entre el padre y el niño, como recompensar al niño por dar lo mejor de sí mismo. El niño no sólo se beneficia de las recompensas, sino más aún de sus propios logros y de haberlo hecho mejor.
Nuestro Padre también quiere darnos la abundancia de Sus bendiciones, pero como el padre, Él nos pide algo, que seamos ejemplo de su amor, gracia y misericordia, con humildad en nuestras palabras y sobre todo en nuestras acciones. Este compromiso mismo nos da libertad. Es la verdadera libertad que sólo encontramos cuando nos entregamos plenamente a Jesucristo.
¿Qué significa realmente vivir una vida rendida?
Lo que es más importante, significa un compromiso total con Jesucristo que no cambia por la influencia del mundo, rindiéndose a Él sin temor y sin vacilaciones.
Nuestros deseos y nuestras viejas costumbres ya no conducen nuestra vida. En cambio, el Espíritu de Dios nos guía y Su voluntad se convierte en nuestra meta.
La entrega completa a Dios no es fácil.
Significa que renunciamos a nuestros propios deseos y egoísmo.
Recuerde, sin embargo, que el Señor está dispuesto y es capaz de hacer más de lo que jamás podríamos imaginar.
Oración:
Padre Celestial gracias, por cuidarnos siempre!!! Ayúdanos a recordar cada día rendirnos a tu voluntad con humildad y obediencia y seguir difundiendo las buenas Nuevas de Salvación, en el nombre de Jesús, te lo pedimos. Amén
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