Deuteronomio 31:6
Se fuerte y valiente. No temas ni te asustes por causa de ellos, porque el SEÑOR tu DIOS va contigo; ¡Él nunca te dejará ni te abandonará!
Meditación:
Hubo muchas ocasiones en que Dios fue lastimado por las acciones de Su pueblo. El Antiguo Testamento está lleno de casos en los que los israelitas se apartaron de Dios y trataron de hacer lo suyo. Se entregaron a los ídolos, adorando a otros dioses y dando la espalda a Dios, quien los salvó de la esclavitud, el peligro y la muerte. Hablaron contra Dios.Perdieron la fe en Él.
Quiero que intente imaginar cómo se sentiría si su hijo le diera la espalda y decidiera seguir a otra persona. Después de todo lo que has hecho por ellos, optaron por ignorarlo todo, hablar en tu contra y marcharse. Estarías desconsolado. Así se sentía Dios. La gente a menudo enfatiza únicamente Su ira y lo hace sonar como si fuera un Dios despiadado. Dios estaba lejos de ser despiadado o iracundo. Le dolía ver a Su pueblo darle la espalda.
Dios no es un Dios impositor. Él siempre te permitirá tomar tus decisiones, incluso si son contrarias a Su voluntad. Él no está en el negocio de tratar de obligarte a seguir Su voluntad. Él nunca ha sido así y nunca lo será.
A pesar de la gran cantidad de dolor que los hijos de Israel le causaron, Dios nunca vaciló en su amor por ellos. Cada vez que los israelitas se encontraban en situaciones problemáticas, acudían a Dios en busca de ayuda y clamaban a Él. Dios nunca les arrojaría sus errores en la cara. Él no se enseñorearía de Su autoridad sobre ellos. Él nunca los avergonzó.
Dios tenía todas las razones para volverse contra los hijos de Israel, pero nunca lo hizo. Su amor por ellos permaneció, sin importar lo que le hicieran. Cuando los israelitas clamaban por ayuda, Dios se apresuró a ayudarlos. Él liberó a los israelitas de muchos problemas en los que se metieron. Dios sabía que le darían la espalda una y otra vez, pero nunca dejó de amarlos.
Es lo mismo para nosotros.Independientemente de la cantidad de veces que nos equivoquemos, el amor de Dios por nosotros siempre permanecerá. Él estará allí para guiarnos . Él estará allí para animarnos cuando lo estemos haciendo bien. Él estará allí para sacarnos de los líos que creamos.
Dios prometió nunca dejarnos ni abandonarnos y tiene toda la intención de cumplir esa promesa.
Oración:
Nuestro Padre Celestial, gracias por Nunca Nos Dejes, Nunca nos desampares, por tu AMOR ETERNO! ¡Ayúdanos cada día a desarrollar una Actitud de GRATITUD! Y humildad! En el nombre de Jesús oramos. ¡Amén!
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