“Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo y nos perdonará nuestros pecados y nos limpiará de toda maldad.
1 Juan 1:9
Meditación:
No hay otra manera de recibir la salvación sino a través de Jesucristo, quien se ofreció a sí mismo para que no tuviéramos que sufrir la condenación por nuestros pecados. En Cristo hemos encontrado la luz, nos alejamos de las tinieblas.
Jesucristo es la manifestación de la plenitud del amor de Dios por toda la humanidad. Cuando el mundo estaba en su peor momento, Dios envió a Su hijo, Jesucristo, a morir por nuestros pecados y liberarnos de la esclavitud del enemigo. No había nadie más que pudiera haber hecho esto por nosotros sin motivos ocultos. Dios simplemente hizo esto por Su amor por nosotros. No lo merecíamos. La humanidad era un desastre en el momento en que Jesús vino a la tierra.
Había una multitud mixta de personas: los que conocían a Dios pero habían elegido darle la espalda, los que no conocían a Dios en absoluto y los que caminaban con la nariz en el aire mientras dependían de su propia justicia. . Pero todos tenían una cosa en común: el pecado. No había nada que ningún hombre pudiera hacer para resolverlo.
Muchos trataron de cumplir su ley en su propio poder pero no pudieron hacerlo. Todos los sacrificios que se hacían para expiar los pecados de los hijos de Israel se hacían regularmente porque no podían dejar de pecar. El pecado tenía un control poderoso sobre la gente y sacó lo peor de ellos. Fuimos redimidos por la sangre de Jesucristo, reconciliados con Dios Padre. Es solo a través de Jesucristo que podemos ser hijos de Dios. No hay otra manera. Jesucristo vino a cumplir la ley en su totalidad el es el cordero de Dios que limpia lo pecados de todos ahora ya no vivimos bajo la ley, pero gracias a Jesusocristo vivimos bajo la gracia de Dios.
La gente trata de encontrar la paz y la felicidad en los bienes y riquezas terrenales pero nunca la encuentran porque ninguna de estas cosas ha podido hacer lo que Jesuscristo hizo por nosotros. Solo podemos obtener paz de Jesuscristo, nuestro fundamento sólido. Una vez que tienes la paz de Jesuscristo, has encontrado la felicidad 'verdadera'.
Nuestras vidas han sido justificadas por el sacrificio que Jesucristo hizo por nosotros. Todo esto hecho por amor y nada más. Cuando pensamos en el amor de Dios, todo lo que tenemos que hacer es pensar en Jesuscristo porque ahí es donde se muestra todo.
Oración:
¡Nuestro Padre Celestial, muchas gracias por tu amor y Gracia Asombrosa! Gracias por tu perdón cuando nos arrepentimos, confesamos, y Aceptamos a Jesús como nuestro Poderoso Salvador Personal. En el nombre de Jesuscristo oramos, ¡Amén!
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