“No amés al mundo”

“No amés al mundo ni nada en el mundo, si alguno ama al mundo, el amor al Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo y sus deseos pasan, pero el que hace la voluntad de Dios vive para siempre.” 1 Juan 2:15-17

Meditación:

En esta era, el capitalismo, el consumismo y el materialismo gobiernan por encima de todo. ¡Se nos enseña a querer constantemente de una manera que no es saludable no solo para preservar nuestros recursos en la Tierra, sino también en la materia del alma!

El pasaje inicial dice: "No amés al mundo". No significa que no debamos apreciar la creación de Dios. Es un mandamiento no apegarse al amor superficial y fugaz de los deleites mundanos.

Con la cantidad de opciones disponibles en nuestros tiempos, podemos ver cómo la cambiado la sociedad. Todos podemos ser testigos de que esto se está convirtiendo en un problema mayor, no solo para la sociedad sino también como individuos. Jesús dijo: “Un mandamiento nuevo os doy: que os amés los unos a los otros. Como yo os he amado, así debéis amaros los unos a los otros. Juan 13: 34 En este pasaje vemos que el Amor del Señor es el único camino verdadero a la salvación.

Independientemente de lo que un hombre posea o coleccione, lo que verdaderamente le importa a Dios no son las cosas materiales sino lo que está en su corazón. Las acciones hablan más que las palabras, por lo tanto, los actos de bondad, el amor por los demás, las palabras de aliento, significan más que cualquier tesoro.

Estos son más valiosos que todos los 'tesoros' de este mundo. Los tesoros terrenales se desvanecen y solo brindan placer por un momento, pero hacer la voluntad de Dios brinda paz y alegría eternas.

Oración:

Bendito Padre, he sido débil más veces de las que podría mencionar. Oro hoy para que fortalezcas el vínculo entre nosotros y me ayudes a distanciarme de las tentaciones terrenales. Te pido que ilumines mi camino para que pueda ver que es tu amor, y solo tu amor, a lo que vale la pena aferrarse. Libérame de este círculo vicioso del consumo, el encanto de la codicia, la tentación de la lujuria y la glotonería, y ayúdame a manejar mi orgullo para darte todo lo que tengo, todo lo que soy. Oro todo esto en el nombre de Jesús. Amén.

Autor: Jose Reyes