Cuando Jesús volvió a hablar a la gente, dijo: “Yo soy la luz del mundo.El que me sigue, nunca andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.” Juan 8:12
Meditación:
El mes pasado hubo una gran corte de electricidad causada por tornados y tormentas. Mucha gente pasó horas, algunos incluso días en la oscuridad y calurosos días de verano, sin aire acondicionado. Esto provocó, malestar, estrés, ira, ansiedad, miedo, confusión, etc.
Hoy en día, el mundo vive en un tipo diferente de oscuridad, una oscuridad espiritual que resulta en caos, crimen, tiroteos, la crisis de los opioides, pandemias, racismo, dolor, ansiedad, divisionismo, etc. ¿Dónde está la luz?
La respuesta: La Santa Biblia dice: Mas el que vive de la verdad, viene a la luz, para que se vea claramente que lo que ha hecho, ha sido hecho delante de Dios. Juan 3:21
Jesús es la luz del mundo.
Jesús resplandeció para nosotros, ejemplo resplandeciente al que debemos aspirar, y su luz no se apagó ni aun cuando fue acosado por los fariseos. No, permaneció confiado, sabiendo muy bien que él era la verdad y la luz.
Muchos cristianos no brillan lo suficiente en su vida diaria. Gran parte de la sociedad lo desaprueba, pero acepta exhibiciones públicas de sexo, codicia y violencia. ¡No debemos poner nuestra fe debajo de una vasija! ¡Se lo debemos a Dios y a su hijo, que es nuestra luz en la oscuridad! Se lo debemos a todos los que nos rodean, ayudarlos a guiarlos cuando no pueden ver. Por último, nos debemos a nosotros mismos, rodearnos de luz y ahuyentar las tinieblas. Todo lo demás se lo dejamos a Dios.
Si notas oscuridad a tu alrededor, no tengas miedo de dar un paso al frente y brillar, incluso en público. Así como Jesús se levantó cuando los fariseos lo acosaron, nosotros también podemos levantarnos y brillar cuando sabemos que tenemos razón.
Oración:
Queridísimo Padre, ayúdanos a escuchar las palabras de tu Hijo, nuestro salvador. Él es nuestra luz, guía, fortaleza, libertador, protector y redentor. Jesús es la respuesta. Humíllanos, oh Señor, para que nos demos cuenta de que estamos perdidos sin tu guía, corderos sin pastor. En tiempos de oscuridad, ayúdanos a defender lo que sabemos que es bueno y a brillar como un ejemplo para los demás. En tu santo nombre oramos, Amén!
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