Cuando terminó de orar, Jesús salió con sus discípulos y cruzó el valle de Cedrón. Al otro lado había un huerto, y él y sus discípulos entraron en él. Ahora bien, Judas, el que le traicionó, conocía el lugar, porque Jesús se había reunido allí muchas veces con sus discípulos. Juan 18:1-2
Meditación:
En estos versículos, Jesús va a orar con sus discípulos a un jardín frente al valle de Cedrón. Su futuro traidor, Judas, sabía que encontraría a Jesús allí. Aunque Jesús sabía de su muerte inminente, mantuvo la calma y se rodeó de personas importantes para él. ¡Qué mejor lugar para que Jesús pase sus últimas horas de paz! Pasó las horas restantes haciendo lo que más disfrutaba, estando con las personas que más disfrutaba.
Hay un lugar al que voy cuando me siento abatido... mi diario. Escribir en mi diario es un lugar donde siempre me siento seguro. Puedo reflexionar sobre mi día y casi siempre siento una sensación de paz y logro cuando escribo en él. Aunque tradicionalmente no se considera oración, escribir en mi diario es una acción meditativa, contemplativa y calmante que me ayuda a concentrarme en las cosas que son más importantes para mí. Mi diario, en cierto modo, es mi jardín de paz...
Al igual que mi diario, el jardín era un lugar al que Jesús podía ir para calmarse, prepararse para lo que vendría y concentrarse en lo que era importante para Él.
¿Cuál es vuestro "jardín" de paz?
¿Hay algún lugar, persona, acción o sustancia a la que recurras habitualmente para tratar de relajarte? Más importante aún, cualquiera que sea su jardín, ¿es positivo?
¿Te ayuda o te perjudica?
Sigue el ejemplo de Jesús: estar en un entorno que amas con las personas que amas...
Oración:
Padre Celestial, gracias por enviar a Jesús nuestro Salvador, el “Príncipe de Paz”, para mostrarnos cómo experimentar la Paz en medio del caos del mundo. Guíanos con tu Espíritu Santo para encontrar el lugar correcto; nuestro “Jardín de la Paz” para orar y estar más cerca de ti. En su nombre oramos. ¡Amén!
Autor: Jose Reyes
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