Pero Jesús llamó a los niños y les dijo: “Dejen que los niños vengan a mí y no se lo impidan, porque de los que son como estos es el Reino de Dios. Les digo la verdad, cualquiera que no reciba el reino de Dios como un niño pequeño, nunca entrará en él”. Lucas 18:16-17
Después que toda esa generación fue reunida con sus padres, creció otra generación que no conocía al Señor ni había hecho por Israel. Entonces los israelitas hicieron lo malo ante los ojos del Señor y sirvieron a los baales. Dejaron al Señor, el Dios de sus padres, que los había sacado de Egipto. Jueces 2:10-12
Meditación:
La infancia es una de las etapas más importantes de la vida de una persona. Aprendemos la mayoría de nuestros valores mientras crecemos. La mayoría de las cosas que hacemos como adultos se ven afectadas por nuestras experiencias infantiles. Es por eso que debemos asegurarnos de enseñarles a nuestros hijos las cosas correctas mientras crecen. La "manera correcta" de educar a un niño es criarlo en las cosas de Dios. Los niños nunca son demasiado pequeños para aprender sobre el evangelio. Hay una gran cantidad de materiales que puede usar para enseñar a los niños acerca de Jesucristo y lo que vino a hacer por nosotros.
A medida que el niño crece, las enseñanzas pueden ser más avanzadas hasta que pueda entender la Biblia por sí mismo. Padres, maestros y líderes, están destinados a derramar todo el amor y la sabiduría que puedan en los niños, para que puedan crecer y hacer cosas más grandes de las que han logrado hacer.
Entrenar a un niño va más allá de decirle qué hacer. Los niños son buenos observadores. Aprenden de las acciones que ven a diario. Si está tratando de entrenar a sus hijos para que vivan un estilo de vida piadoso pero exhibe un comportamiento que es contrario a sus palabras, sus hijos elegirán seguir sus acciones en lugar de sus palabras.
Si les dice a los niños que sean honestos y veraces, pero ven que usted es deshonesto y miente a los demás, los niños elegirán ser deshonestos y mentir también. Cuando tenga la tentación de gritarle a alguien que está conduciendo imprudentemente, opte por ser paciente. Su hijo guardará estas lecciones para cuando sea mayor. La única manera de asegurarse de que sus hijos lleguen a conocer a Dios y Su amor es si elige enseñarles al respecto.
Según Jueces 2:10-12, las nuevas generaciones de los hijos de Israel no sabían de las muchas cosas que Dios había hecho por sus antepasados. Por eso se convirtieron en una nación rebelde e idólatra. Vemos cosas similares que suceden a nuestro alrededor en el mundo moderno. Muchas personas se han vuelto contra Dios y han optado por cumplir sus deseos egoístas.
Para que podamos cambiar esto, debemos asegurarnos de capacitar a las generaciones futuras en los caminos del Señor para que puedan continuar difundiendo el mensaje del evangelio cuando ya no estemos aquí.
Oración:
Padre Celestial Ayúdanos a enseñar con palabras y acciones el Evangelio de Jesús y compartir la Biblia con otros especialmente a las nuevas generaciones, con Amor. En el nombre de Jesús oramos. ¡Amén!
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