El miedo... el león agazapado...

“Así que no temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios.Te fortaleceré y te ayudaré.” Isaías 41:10

Hace unos meses experimenté el León agazapado, también conocido como Miedo... Sé que puede sonar un poco dramático, pero en el momento en que estaba sucediendo, ¡era vívidamente real! Un minuto estaba bien y al minuto siguiente todo mi mundo estaba patas arriba, ¡literalmente! Cuando fui a levantarme de la cama, toda la habitación comenzó a dar vueltas como un torbellino y ¡no tenía absolutamente ningún control sobre eso! ¡Sentí que me caía y estaba sentada en la cama! Cerré los ojos pensando que eso lo haría mejor pero no fue así. Nada parecía ayudar. Me dejé caer sobre la cama y José se acercó para ver qué pasaba. En este punto estaba realmente asustada y no tenía mucho sentido. Lo único que pudo hacer fue preguntarme si quería ir al hospital o al médico y le dije enfáticamente ¡NO! Me di cuenta de lo que estaba pasando... Estaba teniendo un ataque de vértigo y sabía que eventualmente pasaría pero el problema era que no estaba segura de cuánto tiempo iba a durar. Empecé a entrar en pánico y no podía respirar... Todo el tiempo José me hablaba y me decía que estaba bien... me tomaba la mano y orábamos. Cuando comencé a calmarme y respirar de nuevo, le dije lo que estaba pasando. No dejaba de decirme que estaba bien y que no iba a ir a ninguna parte. En poco tiempo dejó de girar y volví a la normalidad.

Había pasado mucho tiempo desde que tuve un ataque de vértigo y había olvidado lo aterrador que es cuando ocurre un ataque. El miedo, o el león agazapado como yo lo llamo, tiene una forma de acercarse sigilosamente a ti y saltar cuando menos te lo esperas. No hace muchos años hubiera entrado en pánico y probablemente hubiera terminado en la sala de emergencias, pero no hoy.Te puedes preguntar qué cambió... bueno, he cambiado....

No dejo que el miedo entre en mi mente ni en mi corazón... Confío en que Dios me mantendrá a salvo y el mareo o cualquier dificultad pasará. En un momento de mi vida tomé medicamentos para el vértigo... realmente no funcionó muy bien, pero en ese entonces estaba en un lugar diferente en mi pensamiento y creencias. Estoy tan agradecida de que ya no estoy en ese lugar sino donde confío en Dios y creo en su poder sanador y amor.

La vida es una experiencia de aprendizaje... todos los días aprendemos algo nuevo si prestamos atención a lo que sucede a nuestro alrededor... si nos tomamos el tiempo para detenernos y escuchar... a veces Hay que hacer que nos detengamos para ver y escuchar la belleza que nos rodea... a veces tenemos que recordar que el miedo está a la vuelta de la esquina... a veces experimentamos problemas para fortalecer nuestra confianza y fe...... Tenemos una opción ..... dejar que el miedo gane y sea miserable y perdida ...... o decirle al miedo que es un mentiroso y confiar en Dios para ayudarnos a atravesar la tormenta .....

2 Corintios 12: 9-10 "....Bástate mi gracia. Mi poder obra mejor en la debilidad. Así que ahora me gozo en gloriarme en mis debilidades, para que el poder de Cristo pueda obrar a través de mí. Por eso Me complazco en mis debilidades, y en los insultos, penalidades, persecuciones y problemas que padezco por Cristo. Porque cuando soy débil, entonces soy fuerte".

En otras palabras, cuando me siento más débil y asustado, soy más fuerte en mi fe de que Dios obrará a través de mí.No me malinterpreten, creo en Dios y confío completamente en él todos los días, pero encuentro que en esos momentos en que la vida "sucede" y las cosas se vuelven locas, ¡mi fe aumenta diez veces! Así que cuando soy más débil, soy más fuerte en el Señor.

Este momento con el León agazapado definitivamente ha sido una lección de vida que no olvidaré pronto. Con suerte, sus lecciones de vida serán menos aterradoras y más oportunas que las mías. Pero bueno, "la vida pasa" cuando menos lo esperamos pero recuerda que pase lo que pase o donde pase, no estás solo.....Dios está ahí a tu lado diciendo "toma mis manos.....Yo te tengo... estarás bien... solo respira..."

Oración:

Dios, ayúdame a recordar siempre confiar en ti en todo momento y recordar que siempre estás conmigo, tomando mi mano y guiándome a través de los buenos y malos momentos de la vida, en el nombre de Jesús oro para que se haga tu voluntad. Amén