Dios reina sobre las naciones. Dios está sentado en su santo trono.
Salmo 47:8
Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en los momentos de angustia. Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida, y los montes se traspasen al corazón del mar, aunque bramen y se turben sus aguas, y tiemblen los montes con su furia.
Salmo 46:1-2
Así, pues, debéis orar así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, así en la tierra como en el cielo. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. Perdona nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. No nos dejes caer en la tentación, mas líbranos del mal. ”
Mateo 6:9-13
Meditación:
En realidad, la gente todos los días se enfrenta a todo tipo de luchas; incertidumbre, caos, crisis, pandemias, enfermedades, inflación, violencia, racismo, discriminación, injusticias, etc.
La mayor parte del caos está fuera de nuestro control, por lo que debemos poner esas cosas en las manos de DIOS.
Más que nunca antes nuestra FE, CONFIANZA, ESPERANZA y ENFOQUE deben estar en DIOS, quien todavía está en el trono con completo control… ÉL REINA SOBRE las NACIONES…
Elige la FE en lugar del Miedo… ¡Elige a DIOS! ¡ÉL es nuestra ESPERANZA, REFUGIO y FUERZA!
JESÚS en Mateo 6:9-13 nos enseñó cómo orar:
Alabado sea Quién es ÉL, por Lo que ÉL ha hecho: “Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre… Arrepiéntete de los pecados que he cometido o de los mandamientos que he descuidado… Perdona nuestras deudas, como también nosotros hemos perdonado a nuestros deudores. Pide por las necesidades de los demás, y por las mías… Danos hoy nuestro pan de cada día.
Rinde mi voluntad a la voluntad de DIOS, mi agenda a la agenda de DIOS para mí… Hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo…
¡El AMOR y la FIDELIDAD de DIOS son PARA SIEMPRE ! Oremos con FE… esperemos PACIENTEMENTE… ¡alabemos con GRATITUD por la respuesta!
Oración:
Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino, hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día. Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. Y no nos dejes caer en la tentación, mas líbranos del mal. Porque tuyo es el Reino, la honra, el poder y la Gloria por los siglos de los siglos. Danos la serenidad para aceptar las cosas que no podemos cambiar, el coraje para cambiar las cosas que sí podemos y la sabiduría para reconocer la diferencia un día a la vez… ¡Continúa también fortaleciéndonos y capacitándonos para difundir con alegría el EVANGELIO a todo el planeta! En el nombre de JESÚS oramos. ¡Amén!
José Reyes.
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