“Confianza Divina”

“Algunos confían en carros y otros en caballos, pero nosotros CONFIAMOS en el nombre del SEÑOR nuestro DIOS”. Salmo 20:7

Confía en el SEÑOR y haz el bien; habiten en la tierra y disfruten de pastos seguros. Salmo 37:3

Meditación:

La confianza es algo difícil de conseguir en el mundo. Cuando estás rodeado de personas que solo se preocupan por sus mejores intereses, puede ser muy difícil encontrar a alguien en quien puedas confiar. La idea de darle a una persona una mirada a tu corazón y tu mente puede ser aterradora.

Las personas son capaces de convencerte de que puedes confiar en ellas, pero en el momento en que confías en ellas, ya están pensando en contarle a alguien más todo lo que acabas de compartir con ellas. Las personas son capaces de sonreírte en la cara y hablar a tus espaldas al mismo tiempo. Tales acciones dejan muy poco deseo de confiar en las personas y dejarlas entrar en tu vida.

Afortunadamente, con Dios no tenemos tales preocupaciones. Sabemos que Dios tiene nuestra vida en sus manos y esto nos da paz. No nos asusta y definitivamente no nos da ningún motivo para preocuparnos. Dios verdaderamente es el único que tiene sus mejores intereses en el corazón. Todo lo que Él te guíe es para tu beneficio. Por eso nos exhorta constantemente a seguir la guía de su Espíritu.

Él no está tratando de controlarnos. Él está tratando de evitar que experimentemos algo perjudicial para nuestra salud y bienestar como sus hijos.

Piense en una interacción entre un niño y sus padres. Un niño puede entrar a la sala de estar y decirle a sus padres que está listo para conducir un automóvil. Los padres mirarán a su hijo de ocho años y le dirán que no está preparado para conducir. El niño puede enojarse y pensar que sus padres está tratando de fustrar sus sueños. Pero los padres en realidad lo están protegiendo. Si el niño intenta conducir a su corta edad, acabará lesionándose o incluso matándose.

Lo mismo sucede con Dios. Él nos conoce mejor de lo que nos conocemos a nosotros mismos y debido a esto, algunas de las cosas que puede guiarnos a hacer pueden no tener sentido en el momento, pero cuando echamos un vistazo a nuestras vidas más tarde, nos damos cuenta de que todo lo que él guió. nosotros hacer en realidad tiene sentido.

Es por eso que David podía decirle a Dios con confianza que había encomendado su espíritu en las manos de Dios. Él es el único que verdaderamente puede protegernos, guiarnos y prepararnos para cualquier cosa que la vida intente poner en nuestra dirección.

Oración:

Padre celestial, gracias por estar con nosotros, confiamos en ti y te pedimos que continúes guiándonos con tu Espíritu Santo para hacer tu voluntad, no la nuestra, en el nombre de nuestro Poderoso Salvador Jesús oramos. ¡Amén!