“Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su único Hijo, para que todo aquel que en Él CREE no perezca, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar, sino para salvar al mundo por él”. Juan 3:16-17
Meditación:
Este pasaje del Evangelio de Juan es probablemente el más conocido por capítulo y versículo. Está publicado en vallas publicitarias, en carteles en los estadios de béisbol, pero no estoy seguro de que Jesús quisiera decir que fuera un boleto gratis al paraíso.
La gente olvida la parte de creer y lo que eso significa. No se trata sólo de palabras vacías. El bautismo no es un asunto de un día, es un nuevo estilo de vida, y tampoco basta con decir que somos creyentes. "Las acciones hablan más que las palabras" es una frase que llega a muchas áreas de la vida. Jesús espera más de nosotros que meras palabras. Estamos llamados a vivir nuestra fe. Eso no siempre es fácil pero es lo que Jesús quiere.
Y así como Jesús no fue enviado para juzgarnos, nosotros tampoco debemos juzgar a los demás. Nuestro trabajo es difundir el mensaje del amor salvador de Dios. Él vino a salvar al mundo, y eso significa que la salvación es para todos.
Isaías 52:7 dice: “cuán hermosos son sobre los montes los pies de los que traen buenas nuevas, de los que anuncian paz, de los que traen buenas nuevas, de los que anuncian salvación…”
Sigue siendo cierto que necesitamos mensajeros de paz y salvación y tenemos mucho más que proclamar que aquellos en la época de Isaías. Tenemos la buena noticia de que la salvación ha llegado. Dios envió a su Hijo para que todos se salven. Él necesita que todos lleven las buenas nuevas a aquellos que tal vez no las hayan escuchado. Eso nos incluye a ti y a mí.
Oración:
Gracias Padre Celestial por enviar a tu Hijo Jesús para traer salvación al mundo. Ayúdanos a difundir tu Amor con palabras y acciones y continúa dándonos el coraje que necesitamos para ser mensajeros de las buenas nuevas de salvación en el nombre de Jesús, ¡te pedimos Amén!
Autor: José Reyes
Comments