“Pero a vosotros, que escucháis, os digo: Amad a vuestros enemigos, haced el bien a los que os odian. Bendice a los que te maldicen. Orad por quienes os maltratan. Si alguien te abofetea en una mejilla, vuélvele también la otra. Si alguien te quita el abrigo, no le niegues la camisa. A todo el que te pida, dale, y si alguno te quita lo que te pertenece, no se lo reclames. Haz con los demás lo que te gustaría que te hicieran a ti”. Lucas 6:27-31
Meditación:
Vivimos en tiempos oscuros, peligrosos, caóticos y locos. Los trastornos mentales, las crisis, la violencia, las guerras, la rabia, el racismo, el divisionismo, etc. están a nuestro alrededor, pero ¿dónde está la solución?
La solución está en la Biblia, en Lucas 6:27-31, Jesús dice: “Ama a tu enemigo y haz con los demás lo que te gustaría que te hicieran a ti”. Pero, ¿quién está dispuesto a poner en Práctica este Principio Espiritual? Como muchos Principios Espirituales, es difícil de escuchar y de poner en práctica en nuestra vida diaria, porque va en contra de la naturaleza humana... La reacción humana de “huir” o “luchar”, es nuestra respuesta natural cuando enfrentamos hostilidad o peligro. No podemos cambiar esta respuesta por nosotros mismos o con nuestras propias fuerzas. Necesitamos la ayuda del Espíritu Santo para que nos capacite con el amor, el gozo, la paz, la paciencia, la bondad, la fidelidad, la gentileza y el autocontrol necesarios para afrontar estos tiempos difíciles.
Esto no es fácil y no sucede instantáneamente; es un proceso de toda la vida que comienza con confiar en Dios y aceptar a Jesús como su salvador. Al hacerlo, renuevas tu mente y te conviertes en una nueva criatura que es más pacífica, alegre, humilde, mansa, amable y compasiva.
Es una Transformación Poderosa de adentro hacia afuera, y un Proceso que dura toda la vida, para convertirse en una Nueva Criatura, al renovar su mente, para volverse más Pacífico, Alegre, Humilde, Manso, Bondadoso, Compasivo… Por cierto, mansedumbre no significa debilidad… Mansedumbre significa poder bajo el control del Espíritu Santo.
La única manera en que podemos amar a nuestros enemigos, bendecirlos y orar por ellos y vencer el mal con el bien es viviendo plenamente estos Principios Espirituales y poniendo en práctica “la Regla de Oro” en nuestra vida diaria.
Oración:
Padre Celestial, gracias por enviar a Jesús para salvarnos y empoderarnos con tu Espíritu Santo, para vivir el Evangelio y las enseñanzas de nuestro Salvador. Continúe guiándonos, y animándonos a difundir la Buena Nueva de la Salvación a todos, independientemente de la oscuridad del mundo. En el nombre de Jesús oramos. Amén
Autor: José Reyes
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