“Escucha mi clamor de Misericordia mientras te llamo pidiendo ayuda, mientras levanto mis manos hacia tu Lugar Santísimo... Alabado sea el Señor, porque Él ha escuchado mi clamor de Misericordia. El SEÑOR es mi fortaleza y mi escudo; mi corazón confía en Él y Él me ayuda. Mi corazón salta de ALEGRÍA, y con mi cántico lo alabo”. Salmo 28:2, 6-7
Meditación. El rey David enfrentó muchos “goliats de la vida”; persecución, críticas, decepciones, etc. Muchas veces clamó por Misericordia, y pidió ayuda a Dios.
La vida está llena de tristezas, crisis, pérdidas, etc. en esos momentos difíciles mira hacia arriba, pide ayuda, expresa libremente tus sentimientos a Dios. Proclamen también el Socorro, la Esperanza y la Fortaleza, que provienen del SEÑOR.
La Biblia dice: “Ora con FE… y ESPERA con Paciencia” Confiando en que Él escuchó tus oraciones, y llantos, y nunca deja de obrar, sanar, consolar, arreglar, realizar maravillas, y milagros…
En la vida moderna, la “era de la tecnología”, orar con FE y ESPERAR pacientemente, es un gran desafío porque vivimos en una sociedad de “gratificación instantánea”.
Y nuestro tiempo es diferente al tiempo de Dios”. Además, la respuesta de Dios puede ser muy diferente a nuestra respuesta esperada... pero si aceptas la voluntad de Dios con alegría, alabando y agradeciendo de antemano las oraciones contestadas, te darás cuenta de que recibirás la respuesta que necesitas, no siempre la que quieres o Deseas...
Entrégate a DIOS y Desarrolla una actitud de Gratitud diaria, cuenta tus Bendiciones y comparte tu testimonio personal sobre las maravillas y Milagros de Dios... aumenta la FE, la ESPERANZA de todos...
Si pones en práctica los Principios Espirituales de la Biblia, viviendo con Gratitud, Amor, Paz y Armonía con DIOS, con nosotros mismos y con los demás... no importa qué 'goliats de vida' estés enfrentando o enfrentarás, sigue adelante. . enfócate en la palabra de Dios... Él es nuestra Roca de Salvación, ¡Aleluya!
Oración:
Nuestro Padre Celestial Misericordioso, muchas gracias por escucharnos, ayudarnos, respondernos, protegernos y fortalecernos para que podamos continuar compartiendo tu palabra en todo momento. Te Alabamos con Alegría y Gratitud por todo lo que has hecho y harás con nosotros y por nosotros. Tuya es la GLORIA, el HONOR y el REINO POR LOS SIEMPRE de los siglos, en el nombre de Jesús oramos. ¡Amén!
Autor: José Reyes
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