Entonces llegó Simón Pedro, que estaba detrás de él, y entró en el sepulcro. Vio las tiras de lino tiradas allí, así como el sudario que había estado alrededor de la cabeza de Jesús. La tela estaba doblada sola, separada del lino. Juan 20:6-7
Esta frase de aquí es una de las mayores pistas de todos los tiempos. ¿¿Qué?? Probablemente pienses que me estoy perdiendo, pero déjame explicarte... Lo admito, al principio no vi nada significativo cuando leí esto, pero leí una publicación que alguien hizo y que me dio una perspectiva totalmente diferente.
Explicaba el significado del “pañuelo doblado” que había estado alrededor de la cabeza de Jesús. Explicaba la tradición hebrea de lo que significaba el “paño doblado”. Aparentemente, en el pasado, cuando un sirviente ponía la mesa para su amo, colocaba un paño doblado (o servilleta como lo llamamos) junto al plato. Cuando el amo terminaba, tiraba el paño indicando que había terminado de comer y el sirviente sabía que debía limpiar la mesa. ¡Pero si doblaba la tela significaba que no había terminado y que regresaría! ¡¡¡Jesús estaba señalando el hecho de que Él regresaría!!! ¡¡Aún no había terminado!!
Ahora bien, a menos que fueras hebreo o conocieras la tradición de la tela, ¡te perderías por completo esta pista! ¡Por eso los soldados romanos asumieron que alguien robó el cuerpo! Ahora bien, los discípulos que fueron a la tumba tampoco vieron realmente el significado de esta pista o nunca habrían dudado del mensaje. Fue necesario que Jesús viniera a ellos para que creyeran. Y fue necesario que Tomás viera a Jesús mismo para creer realmente.
Juan 20:29 bienaventurados los que no vieron y creyeron.”
No vi a Jesús como los discípulos o María Magdalena pero lo siento en mi corazón y eso está bien para mí. He visto milagros a mi alrededor y los he experimentado. ¡¡¡Entonces cómo no iba a creer!!! Soy bendecida y pido que Dios los bendiga a todos y cada uno de ustedes.
Oración: Dios, te doy gracias por enviar a tu hijo Jesús, para pagar la totalidad de mis pecados. Te pido que me ayudes a ser la persona para la que me creaste. Oro por el coraje y las palabras para ayudar a los necesitados, para escuchar tu palabra y creer en ti. En el nombre de tu hijo Jesús, ruego que se haga tu voluntad. Amén
Autora: Bernice Barnes
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