“Un labrador salió a sembrar su semilla, mientras esparcia la semilla, una parte cayó en el camino; fue pisoteada, y los pájaros se la comieron, una cayó en terreno pedregoso, y cuando brotó, las plantas se secaron por no tener humedad, otras la semilla cayó entre espinos, que crecieron con ella y ahogaron las plantas. Otra semilla cayó en buena tierra. Creció y dio cien veces más que lo sembrado. Dicho esto, gritó: El que tiene oídos, que oiga.
Sus discípulos le preguntaron qué significaba esta parábola. Dijo: “A vosotros os he dado el conocimiento de los secretos del reino de Dios, pero a otros hablo en parábolas, para que, aunque viendo, no vean; aunque oyendo no entiendan”Este es el significado de la parábola: La semilla es la palabra de Dios. Los que están en el camino son los que oyen, y luego viene el diablo y quita la palabra de sus corazones, para que no crean y se salven…
Los que están en terreno pedregoso son los que reciben con alegría la palabra al oírla, pero no tienen raíz. Creen por algún tiempo, pero en el momento de la prueba fracasan…
La semilla que cayó entre espinos representa a los que oyen, pero a medida que avanzan en su camino son ahogados por las preocupaciones, las riquezas y los placeres de la vida, y no maduran… Pero la semilla en buena tierra representa a los de corazón noble y bueno, que oyen la palabra, la retienen y con perseverancia producen cosecha”. Lucas 8:5-15
“Endurece el corazón de este pueblo; emboten sus oídos y cierren sus ojos; no sea que vean con sus ojos, oigan con sus oídos, entiendan con su corazón, y se conviertan y sean sanados”. Isaías 6:10
Meditación:
“La Parábola del Sembrador” nos llama a seguir sembrando la “semilla”, la palabra de Dios, y nos anima a seguir difundiendo el Evangelio de Jesucristo. Nuestro trabajo es seguir sembrando, seguir sembrando... y le corresponde al pueblo recibirlo, aceptarlo, ignorarlo o rechazarlo...
Nos enfrentamos a oposición, somos puestos a prueba, tentados y atacados todos los días. La mente es el “campo de batalla”, el enemigo nos ataca con pensamientos negativos, dolor y desafíos… pero necesitamos usar toda la armadura de Dios, y enfocarnos y reenfocarnos en la Gran Comisión de Jesucristo:
“Por tanto, id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. y enseñándoles a obedecer todo lo que os he mandado y ciertamente, estaré con vosotros siempre hasta el fin de los tiempos”. Mateo 28:19-20.
Para Bernice y para mí esto significa “Seguir sembrando”... ¡es el Propósito de nuestra Vida, nuestra Misión...! ¡Debemos continuar Difundiendo la “Buena Nueva” de Salvación, invitando a todos a Aceptar a Jesucristo como su Salvador personal...! es un honor servir a nuestro Padre celestial, y a nuestro Amado Señor y Salvador Jesucristo!!!
Oración:
Dios misericordioso, ¡gracias por darnos un Salvador, Jesucristo! y una nueva Vida Eterna para serviros, sembrando la “semilla”. Protégenos, Ayúdanos, Guíanos y cada día para hacer tu voluntad y no la nuestra, en el nombre de Jesús oramos. ¡Amén!
Autor: José Reyes
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