¿Está alguno entre ustedes en problemas? Que oren… ¿Está alguno enfermo entre ustedes? Que llamen a los ancianos… para que oren por ellos… La ORACIÓN es PODEROSA y EFECTIVA. Santiago 5:13-16
El SEÑOR le dijo a Moisés: Di a Aarón y a sus hijos: Así bendecirán a los israelitas. Diles: “El SEÑOR te bendiga y te guarde; el SEÑOR haga resplandecer su rostro sobre ti y te muestre su misericordia; el SEÑOR alce sobre ti su rostro y te conceda PAZ”. Números 6:22-26
Meditación:
Cada día está lleno de desafíos, luchas, tribulaciones, crisis, violencia…
Pero cada día también es un tiempo para poner nuestra FE en ACCIÓN…
Cada mañana es un nuevo comienzo, ¡una oportunidad para empezar de nuevo! Un tiempo para hacer propósitos. Pensamos en hacer más ejercicio, tener una mejor dieta, estar más sanos, pero ¿qué tal si pasamos más tiempo orando, leyendo la Biblia con más frecuencia?
Cada día nos llegan noticias del caos y la confusión, la violencia y los temores que enfrenta nuestro mundo. Si esto es todo en lo que pensamos, incluso nuestra salud puede sufrir: dolores de cabeza, aumento de la presión arterial, noches de insomnio.
No somos sólo seres físicos; también somos seres espirituales. Así como es importante cuidar nuestra salud física, es importante cuidar nuestra salud espiritual. Cuando cuidamos nuestro ser espiritual, podemos lidiar de manera más eficaz con las preocupaciones del día. Cuando volvemos nuestra mente y nuestro corazón a Dios, recordamos las promesas que Él ha hecho. No es que el mundo haya cambiado, sino que nuestra respuesta a las preocupaciones del mundo ha cambiado. Esta oración de bendición dada a Aarón por los israelitas es también nuestra oración. Esta es una oración que promete PAZ, PROTECCIÓN, BONDAD y MISERICORDIA.
Que esta oración sea nuestro mantra, un recordatorio de la BONDAD de DIOS. ¡No nos detengamos ahí! Esta oración también nos da una manera de ser una bendición durante nuestra vida. Así como Dios será bondadoso y misericordioso con nosotros, nosotros debemos ser BUENOS y MISERICORDIOSOS con los demás. De esta manera, no solo será una BENDICIÓN para nosotros, sino también para los demás.
Oración:
Querido Dios, danos la gracia de continuar compartiendo el Evangelio de tu Hijo y de orar no solo por nosotros mismos sino también por los demás, sí, incluso por nuestros enemigos. Ayúdanos a ser una bendición para los demás mientras recordamos las bendiciones que nos has prometido y nos has dado. Oramos en el nombre de Jesús. Amén.
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