Dar gracias al Señor porque es bueno. Su amor continúa para siempre.
Dar gracias al Dios de los dioses. Su amor continúa para siempre.
Dar gracias al Señor de señores. Su amor continúa para siempre.
Sólo él puede hacer grandes milagros. Su amor continúa para siempre.
Con su sabiduría hizo los cielos. Su amor continúa para siempre. Extendió la tierra sobre los mares. Su amor continúa para siempre.
Hizo el sol y la luna. Su amor continúa para siempre.
Hizo que el sol gobernara el día. Su amor continúa para siempre. Hizo que la luna y las estrellas gobernaran la noche. Su amor continúa para siempre. Salmo 136:1-9
Meditación:
Moisés nombró a Josué como su sucesor. Dios guió a Moisés en su elección de sucesor y guió a Josué para responder. Después de la muerte de Moisés, el pueblo aceptó a Josué como su líder porque Moisés le impuso las manos, lo bendijo y le encargó esta responsabilidad. A Josué le sucedieron muchos otros líderes, algunos mejores que otros, hasta que los israelitas le pidieron a Dios un rey. Estos reyes fueron guiados por profetas que les recordaron que debían guardar los mandamientos y confiar en Dios.
Juan el Bautista fue el último de los profetas que prepararon el camino para el Mesías prometido. Jesús trajo el mensaje de salvación y dio la tarea de difundir ese mensaje a los discípulos que nos lo han transmitido.
Nosotros, en muchos sentidos, somos los sucesores de Moisés y Jesús. Nuestro trabajo es recordar a los demás que guarden los mandamientos, que confíen en Dios y sigan los pasos de Jesús. Así como Josué fue bendecido por Moisés al imponerle las manos, nosotros hemos sido bendecidos cuando fuimos lavados en las aguas del bautismo.
Hemos sido llamados y ungidos para ser discípulos y difundir la buena noticia de la salvación ganada por Jesús para nosotros, y para guiar con la palabra y el ejemplo el camino a seguirlo. En nuestro bautismo dijimos “sí” a Dios, aceptamos el desafío y nos corresponde a nosotros conocer a Jesús y su mensaje para poder proclamarlo al mundo. Suena difícil, ¿no?
Sin embargo, así como Josué tuvo a Dios a su lado en cada paso del camino, a nosotros se nos promete lo mismo. ¿Estamos dispuestos a aceptar la responsabilidad y ser discípulos de Jesús?
Oración:
Nuestro padre en el cielo,Puede ser difícil ser cristiano en nuestro mundo actual. Gracias por darnos el valor de vivir como debemos y confiar en que estás con nosotros mientras continuamos compartiendo tu mensaje de amor a los demás. En el nombre de Jesús oramos. Amén
Autor: José Reyes
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