"Amor de Dios"

"Amor de Dios"

"El amor es paciente, el amor es amable. No tiene envidia, no se jacta, no es orgulloso. No deshonra a los demás, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no lleva registro de los errores. El amor no se deleita en el mal sino que se regocija con la verdad. Siempre protege, siempre confía, siempre espera, siempre persevera”.

1 Corintios 13:4-5

Meditación:

1 Corintios 13 siempre ha sido la porción de referencia de la Biblia cuando se trata de definir el tipo de amor de Dios. El amor de Dios supera con creces cualquier otra forma de amor que existe en la tierra. A menudo tendemos a pensar que el amor que se muestra en los libros y las películas románticas es el tipo de amor que más importa. Ese amor es a menudo una descripción inexacta de lo que se supone que es el amor. El amor no se trata de las mariposas en el vientre o los besos al final de la película. El amor que te muestran los medios no es nada comparado con el amor de Dios. Pablo describió el amor de Dios en estas pocas líneas pero estas palabras son poderosas.

"El amor todo lo suporta". Esto significa que el amor es paciente más allá de todo razonamiento humano. Cuando otros eligen alejarse, el que ama elige permanecer y ser amable. Eso es exactamente lo que Dios hizo por nosotros. Él nos amó y todavía nos ama a través de todo: bueno, malo y feo.

"El amor no es envidioso y no es vano". Dios nos puso ante sus intereses muchas veces. Podría haber optado por proteger sus sentimientos aislándonos, pero no lo hizo. Podría habernos programado para seguir cada una de sus órdenes, pero tampoco lo hizo. Se apegó a Su promesa de darnos la capacidad de elegir, incluso si elegimos en contra de Él.

El amor no se trata de encontrar formas para que usted se beneficie de otras personas. Dios no nos redimió para cumplir Sus intenciones egoístas. Él nos salvó para que no tuviéramos que pasar por los horrores y el sufrimiento de pagar por nuestros propios pecados. Él hizo esto por Su amor por nosotros.

El amor no se regocija en la conducta inmoral o injusta, sino que siempre se regocija en la verdad y el amor por los demás. Dios siempre ha sido sincero con su pueblo, pase lo que pase. Él está por nosotros y nos corrige cuando es necesario. No solo eso, sino que nos ha protegido, creído en nosotros, provisto para nosotros y siempre esperado lo mejor de nosotros.

Donde las palabras del hombre han fallado, el amor de Dios nunca ha fallado.

Nunca ha sido y nunca será. Siempre podemos estar seguros de eso.

Oración:

¡Nuestro amado Padre Celestial, gracias! Por tu Amor y Gracia, ayúdanos a compartir las “Buenas Nuevas de Salvación” a los demás, con Amor y pasión, todos los días.

En Jesús nuestro Santísimo Salvador oramos. ¡Amén!